🏠 Vamos a dibujar casitas

Antes de seguir leyendo este artículo necesito que cojas un papel y un lápiz o un boli. No es necesario que sea un folio, blanco, impoluto y perfecto. Cualquier cosa que tengas a mano vale. Puede valerte una servilleta si estás en una cafetería, o un post-it, o pintas en tu mano, jaja. Y si te pilla en el baño… no sufras, puedes hacer mentalmente el ejercicio que te voy a proponer… 

Vale, ahora que ya tienes donde dibujar paso a explicarte como vamos a hacer el ejercicio.

Te voy a pedir que dibujes una casa. No es necesario que sea una obra de arte. Con cuatro rayas que representen más o menos lo que quieres transmitir vale (además, no la va a ver nadie, así que… ¿Qué más da como sea?) Eso sí: MUY IMPORTANTE. No sigas leyendo el artículo hasta que no termines el dibujo, porque si lees lo que ponga a continuación estropearás la «magia» del ejercicio. Dicho esto, no pienses mucho y ponte a dibujar la casa. No tardes más de 15-20 segundos. ¡A DIBUJAR!

¡Bien! Ahora tienes 15-20 segundos para dibujar otra casa, pero que no se parezca en nada a la que has dibujado anteriormente. Como antes, no sigas leyendo hasta que no termines el dibujo. ¡A DIBUJAR!

¡Genial! Una última vez. Dibuja otra casa que no se parezca en nada a las dos anteriores. ¡15-20 segundos y seguimos! ¡A DIBUJAR!

Obviamente, no puedo ver tus tres casitas y voy a hacer la reflexión de lo que ocurre en la mayoría de los casos cuando hago este ejercicio en una ponencia presencial.

Normalmente, la primera casa que la gente dibuja es la típica cuadrada con el tejado triangular. La segunda, ya suelen ser pisos, casas modernas, etc… Y, ahora viene lo interesante, en la tercera versión de la casa empiezan a aparecer Tipis indios, Casitas en el árbol, cuevas o iglús (yo dibujé un iglú cuando hice el ejercicio por primera vez).

¿Cuál es el aprendizaje que nos tenemos que llevar de esto? Que si nos quedamos con lo primero que pensamos, vamos a ser muy poco originales, muy predecibles y seremos uno más del montón.

Sin embargo, si le damos una segunda y, sobre todo, una tercera pensada a nuestra estrategia encontraremos «pepitas de oro» que marcarán la diferencia y nos harán destacar de la competencia.

Aplica a partir de ahora esta forma de pensar cada vez que quieras hacer algo en tu empresa y verás como tus resultados empiezan a explotar.

Y ya sabes, si quieres que hablemos de «casitas» para tu estrategia digital, puedes agendar una sesión gratuita de 30 minutos conmigo desde el botón grande y rojo que hay en la columna lateral derecha o abajo de esta página si lo estas leyendo en un móvil.

¡Un abrazo NINJA para ti! 

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