💸 ¿Cuánto cuesta un cliente que no es ideal?

Cerrar una venta suele celebrarse como una victoria. Es lógico: entra dinero, el pipeline se mueve y puedes tachar ese “cliente nuevo” de la lista. Pero hay una cara B que nadie quiere mirar de frente: cuando ese cliente —aparentemente perfecto— acaba costándote más de lo que aporta. No hablamos solo de dinero. Hablamos de lo que no se ve en las métricas: la energía que te roba, las reuniones innecesarias, los correos eternos, las discusiones por cosas obvias, las tareas fuera de alcance que “no estaban en el presupuesto” pero terminas haciendo igual porque “total, ya estamos en ello” 🧠

Y después de semanas (o meses), cuando por fin el proyecto se entrega y la factura se cobra, no sientes satisfacción. Sientes desgaste. Sientes que has salido de ahí con menos ganas de trabajar, menos ilusión por lo que haces y menos tiempo para dedicarle a clientes que sí lo merecen. Eso, Ninja, no es un cliente. Es un peaje emocional. Y lo más jodido: no es que ese cliente apareciera de la nada. Lo atrajiste tú.

🎯 El origen del error: el “a ver si cuela”

Muchas veces, sin darte cuenta, lanzas campañas con el mensaje equivocado. Te puede el hambre de leads, el impulso de facturar rápido, o simplemente el miedo a parecer demasiado específico. Así que bajas el filtro. Suavizas tu mensaje. Lo dejas todo lo suficientemente abierto como para que cualquiera entre. Y claro que entra gente… pero no la que quieres.

Lo que parecía una estrategia inclusiva se convierte en una trampa de clientes que no encajan, que no valoran tu forma de trabajar, que negocian como si compraran alfombras en un mercadillo y que desaparecen justo cuando necesitas respuestas. El marketing del “a ver si cuela” es peligroso: te llena la bandeja de entrada, pero te vacía la agenda de buenos proyectos 🔍 Y tú no estás aquí para coleccionar correos. Estás aquí para hacer negocio con gente que lo entienda.

🚫 Decir “no” también es estrategia

Cuesta, sí. Sobre todo cuando hay facturación de por medio. Pero aprender a decir “esto no es para ti” es un superpoder. No solo ahorra problemas: abre espacio para lo que realmente importa.

Cada cliente que no encaja es tiempo que no dedicas a quien sí lo haría. Y cuando lo miras así, la decisión se vuelve más fácil. Porque menos clientes buenos valen más que muchos malos.

🔭 Más foco, menos volumen

Es momento de dejar de contar solo leads. Dejar de medir solo tráfico. Dejar de celebrar formularios que no van a ninguna parte 🧾. En vez de eso, empieza a contar relaciones de verdad: proyectos que fluyen, personas que entienden tu valor sin necesidad de justificarlo todo.

Eso no se consigue con más volumen. Se consigue con más foco. Más puntería. Más claridad ✍️

🧲 Tu mejor campaña es la que repele a los equivocados

Sí, leíste bien. Una buena campaña no solo atrae. También repele. Deja fuera a los que no encajan, a los que no están listos, a los que te harían perder tiempo. Y eso está bien. Es parte del filtro. Es parte del negocio sano 🧼

Así que la próxima vez que diseñes una campaña, no pienses solo en cuántos te van a contactar. Piensa en cuántos realmente quieres tener como clientes. Y habla solo para ellos 🗣️

Ilustración de una campaña visual impactante que no genera conversiones.

📊 Tu campaña es preciosa. Pero no vende.

Encabezados del post NINJA Toggle 🎨 Cuando lo visual eclipsa lo esencial🧠 Lo bonito no siempre es funcional🔍 ...

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Imagen con el mensaje "Emociona, no vendas" acompañado de un corazón. Representa el concepto de marketing emocional

Emociona, no vendas 🚫💥

Vender está sobrevalorado. Sí, lo dije. Y no me tiembla el pulso. Porque en un mundo donde todo ...

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